Hipoteca versus escritura de fideicomiso
Muchos de nosotros llamamos incorrectamente hipoteca a nuestro prï¿œstamo para la vivienda; de hecho, una hipoteca no es lo que el prestamista le da a uno para comprar una casa. Una hipoteca es, en realidad, el documento formal que prueba la existencia de un derecho legal o gravamen sobre una propiedad, que uno le da al prestamista y que ï¿œste mantiene como garantï¿œa por el dinero dado en prï¿œstamo. El gravamen se inscribe en los registros pï¿œblicos. En una hipoteca, uno da la propiedad como garantï¿œa de la devoluciï¿œn del prï¿œstamo, pero no transfiere el tï¿œtulo al prestamista.
Si usted (deudor hipotecario) devuelve el prᅵstamo conforme a los tᅵrminos de la hipoteca, el prestamista (acreedor hipotecario) la cancela o ᅵsatisfaceᅵ. Sin embargo, si usted no paga su deuda, el prestamista tiene derecho a vender la propiedad garantizada para recuperar los fondos a travᅵs de un procedimiento judicial que se conoce como ejecuciᅵn hipotecaria.
En algunos estados, se utiliza una escritura de fideicomiso en lugar de una hipoteca. Mientras una hipoteca involucra a dos personas (el prestatario y el prestamista), una escritura de fideicomiso involucra a tres: el prestatario (fideicomitente), el prestamista (beneficiario) y un fiduciario, es decir, un tercero neutral como, por ejemplo, un abogado o un agente de tï¿œtulos de propiedad. La escritura de fideicomiso tambiï¿œn se inscribe en los registros pï¿œblicos.
En una transacciᅵn de escritura de fideicomiso, el prestatario transfiere el tᅵtulo legal sobre la propiedad al fiduciario, quien mantiene la propiedad en fideicomiso como garantᅵa para el prestamista de que el prᅵstamo serᅵ devuelto. La escritura de fideicomiso se cancela cuando se paga la deuda. Sin embargo, si usted incurre en incumplimiento del pago del prᅵstamo, el fiduciario puede vender la propiedad a solicitud del prestamista sin necesidad de un procedimiento judicial.